Una cosa que hemos visto todos los que hacemos años haciendo senderismo, es que desde hace unos años. sobre todo después del Covid, que la popularidad del senderismo ha experimentado un aumento muy grande, con más personas que nunca buscando escapar de la vida urbana y sumergirse en la naturaleza.

Con todo ello, este aumento ha llevado a una masificación preocupante en algunas rutas de senderismo más populares, zonas como, por ejemplo, la ruta del Río Borosa, en Cazorla, el Río Majaceite en Grazalema, o el pico del Veleta en Sierra Nevada, en Andalucía, podemos encontrarnos cientos de personas realizándolas, lo que me plantea muchas preguntas sobre el impacto ambiental que estamos haciendo, la seguridad y la calidad de la experiencia que tenemos en estos momentos.

En este post, queremos examinar el fenómeno de la masificación de algunas rutas de senderismo, analizando las causas, las consecuencias y las posibles soluciones.

Las preguntas que nos tenemos que hacer es la siguiente: ¿estamos sacrificando la naturaleza en aras de la popularidad y el acceso fácil? ¿hay formas de gestionar la masificación y preservar la magia del senderismo para las generaciones futuras? ¿quién tiene la culpa de este problema? ¡acompáñanos mientras desentrañamos este convertido tema y descubrimos qué significa realmente para el futuro del senderismo!

Masificación

El porqué de la masificación de algunas rutas de senderismo puede recaer en varios actores y factores. En primer lugar, hablamos de una mayor conciencia sobre los beneficios que tiene tanto para la salud mental y física que tiene el senderismo. También hablamos de la popularidad de las redes sociales y la influencia de los medios de comunicación que promueven la emoción de explorar la naturaleza y su belleza.

Hoy cuando hacemos una ruta de senderismo o subimos a un pico nos damos cuenta de que muchos no lo hacen por la experiencia, no lo hacen por disfrutar de la naturaleza, de las vistas, lo hacen para poder subir una foto suya buena en Instagram o un video gracioso en tiktok. Como anécdota, puedo comentar que he visto ha personas maquillándose en la cima del Veleta para salir bien en la foto, y no es broma, y después hacerse más de 100 fotos en el vértice geodésico y una cola enorme esperando a que terminase.

Las redes sociales hacen mucho en que las rutas esté colapsadas, todos queremos hacernos la foto para después subirlas, muchos senderistas están optando por poner fotos de lugares increíbles o rutas y no dicen los sitios, para evitar que se masifiquen, nosotros también tenemos algunas que no las publicamos para evitar eso.

Podemos hablar también de los medios de comunicación, que si lo ves, en muchos nos encontramos titulares como «Conoce la ruta de senderismo que se encuentra a menos de una hora de …», y aquí podemos poner cualquier ciudad grande. Esto hace que muchas personas vayan a esa ruta en los fines de semana venideros.

También, tenemos que decir que los que tenemos webs de senderismo, también somos culpables, porque acercamos lugares increíbles a todo la red, a nosotros personalmente ya nos lo han dicho más de una vez, que la culpa de que los senderos estén colápsanos es nuestra.

Organismos e industrias

Los organismos de gestión de áreas naturales son también responsables de no implementar políticas efectivas para manejar la afluencia de visitantes y proteges ecosistemas frágiles, la falta de una regulación adecuada, la ausencia de límites de capacidad y la insuficiencia de infraestructuras pueden contribuir a la masificación y al deterioro del ecosistema.

Cómo decía anteriormente la promoción excesiva de algunas rutas populares, hace que la industria del turismo haga una comercialización excesiva dificultando la experiencia auténtica y tranquila en la naturaleza.

Y sobre todo está el señor don dinero, todos quieren sacar tajada, hay cosas incomprensibles en este mundo y que sigo sin entender, os pongo un ejemplo, que necesidad hay de poner en verano un autobús lanzadera hasta las posiciones del Veleta, un autobús que puede subir un fin de semana en torno a 200 o 300 personas, que muchos van sin preparación y sin el equipo adecuado a alta montaña, pero si calculamos esas 200 personas que suben y bajan por 11 euros, podemos ver que es rentable para la empresa que lo gestiona.

Consecuencias

Cuales son las consecuencias de todos esto, pues son muchas las más importantes hablamos del aumento de accidentes, con muchos casos de muertes, que se están produciendo en la montaña, esto conlleva muchos más rescates.

Al haber muchas más personas conlleva también mucho más deterioro de la zona, encontramos mucha más basura, desertificación en algunos lugares, por la manía de recortar las curvas y no seguir las sendas, …

Soluciones

Abordar la masificación de las rutas de senderismo requiere un enfoque que involucre a todas las partes interesadas y sobre todo soluciones a largo plazo. Desde Caminando por aquí proponemos algunas soluciones que podrían ayudar a mitigar este problema:

1. Gestión de visitantes: Implementar estrategias de gestión de visitantes, como podría ser poner límites de capacidad, solicitud de permisos para acceder a las rutas, o un sistema de turnos para acceder a algunas rutas populares. Hay zonas que ya lo hacen, sobre todo para velar por el ecosistema que tienen, véase el sendero del Pinsapar de Grazalema. Creemos que esto ayudaría a distribuir de manera más equitativa el flujo de senderistas y reducir la presión sobre la zona.
2. Educación y concienciación: Se deberían llevar a cabo campañas educativas sobre la importancia de respetar el entorno natural, seguir las normas del parque, llevarse la basura y practicar un comportamiento responsable en el sendero. Hace ya muchos años, recuerdo que en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, nos dieron al entrar un folleto con las rutas de la zona, con consejos de cómo teníamos que hacer las rutas y una bolsa de basura, porqué no se hace esto en todos lados, crearía entre otras cosas mucha concienciación, educación por el terreno, puestos de trabajo y sobre todo mucha menos basura en la naturaleza.
3. Diversificación de las rutas: Se debería promover rutas alternativas, menos conocidas y sobre todo menos concurridas a las rutas populares, esto ayudaría a dispersar la presión de las rutas más transitas y ofrecer a los senderistas una experiencia más auténtica y tranquila en la naturaleza. Todos los que hacemos senderismo desde hace muchos años lo hacemos, por ejemplo, muchos conocen la ruta Del Río Borosa en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, pues a pocos kilómetros de allí hay rutas más espectaculares, con unas vistas más increíbles, que ésta, y sobre todo vamos a estar solos y cruzarnos con dos o tres senderistas a lo lago del día.
4. Inversión en infraestructuras: Se podría mejorar las infraestructuras de senderismo como puede ser la señalización o los servicios de emergencias, para garantizar la seguridad y la comodidad de los excursionistas, en esto podemos incluir la construcción de nuevos senderos, la mejora de la accesibilidad, la instalación de lugares donde pedir emergencias y creación de puntos de recogida de basuras.
5. Colaboración entre los sectores: Esto es muy importante, hay que fomentar la colaboración entre los organismos públicos, las organizaciones sin ánimo de lucro y la comunidad que vive allí para desarrollar y aplicar estrategias de gestión para evitar la masificación de manera efectiva y sostenible. Se podrían crear mesas consultivas para la gestión y la participación activa de las partes interesadas en la toma de decisiones.
6. Promover el turismo responsables: debemos promover un turismo responsable que respete la naturaleza, la cultura local y las comunidades residentes, para ello debemos fomentar prácticas de turismo sostenible que minimicen el impacto ambiental y maximicen los beneficios, sobre todo sociales, y económicos para las comunidades locales.

Como resumen, podemos decir que si se implementan medidas efectivas y sostenibles, podemos proteger y conservar nuestras rutas de senderismos para las generaciones futuras.